Intentad ser libres: os moriréis de hambre

Siempre hay alguien dispuesto a enseñar qué es la libertad volando los sesos a quien haga falta. La voluntad libre es impredecible y es capaz de cualquier cosa, como por ejemplo inventarse una Voluntad General y una guillotina para parir una dolorosa y obligada libertad experta en dar ejemplo con un buen corte de cabeza. Un día es la cabeza de aquél, otro día es la tuya, nunca se sabe: la sospecha es una enfermedad que va de cabeza en cabeza hasta la cesta.

La libertad es en términos griegos un disponer del esclavo. Gran explosión de pensamiento y reflexión política aquella de Aristóteles y sus acólitos. Nada como pensar bien las cosas, elegir adecuadamente y marcar una línea entre el hombre libre y el hombre cosa. Kant, ya se sabe, hablaba de tratar al otro no sólo como un medio, sino como un fin en sí mismo. Pero toda la palabrería metafísica siempre acaba en un lugar común: el talento del tirano, una expresión de Cioran que concentra la siguiente cuestión: «Lo importante es mandar: a ello aspira la totalidad de los hombres»1.

«Intentad ser libres: os moriréis de hambre»2 ¿No se ve que la libertad exige una radical independencia? La muerte es, visto así, la única capaz de dar libertad al hombre. Pero el hombre prefiere, antes que morir, mandar a alguien que muera por él. Esta es, en parte, la esencia de la voluntad libre de la que hablaba Nietzsche. Obsérvese, por lo demás, la importancia que tiene el mandar para la Voluntad General y la voluntad libre. Ambas son, por decir así, diosas que exigen obediencia y sacrificios. Ellas son libres a cambio de una esclavitud que se expresa de tantas maneras como maneras hay de esclavizar a alguien.

1Cioran, 2014.

2Ibíd.

Autor: F. Moa

Cuentista a tiempo parcial. Soy antifilósofo porque envidio la imaginación de los filósofos. Todo cambia (incluso las verdades).

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