Pensamiento de pensamiento

Hegel
Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Estoy todo el rato moviéndome en torno al “pienso mi pensar”. Doy círculos a esta idea sin entrar en sus entrañas no porque no quiera sino porque el límite de mi propio pensar no me permite mayor penetración. Pero de todas formas sigo dándole vueltas a este espacio que llamo conciencia y en el que me muevo libremente –o eso creo–. Desde aquí, desde la conciencia, escucho el palpitante corazón del pensamiento que entra en un estado de autorreflexión. Y así, con esta autorreflexión, en verdad vivo la experiencia de la conciencia. Y en este punto, en esta situación recién descrita, reconozco el mundo de Hegel en el que por un instante voy a perderme, pues ¿cómo no perderse uno en tal mundo?

Hegel relata la historia de la conciencia en su Fenomenología. En esta historia, gracias a la filosofía, la «absoluta verdad» es aprehendida por medio del conocimiento absoluto, siendo éste el espíritu que se conoce a sí mismo como tal espíritu. «Lo absoluto es el espíritu; he aquí la definición del absoluto»1. Este espíritu tiene su motor en la libertad, la cual le empuja a tener conciencia de sí. «El espíritu es un proceso, un devenir, que ha de llegar a la plena conciencia de sí […]»2. ¿Pero cómo se llega a esa conciencia de sí? ¿A través de qué medio? El espíritu es pensante «y es el pensamiento de que es y de cómo es»3. La tarea del espíritu consiste en «producirse, hacerse objeto de sí mismo, saber de sí»4 y «lo primero que el espíritu sabe de sí, en su forma de individuo humano, es que siente»5.

Salvando las infinitas distancias con el espíritu hegeliano, con “pienso mi pensar” reconozco en este algo de aquel. De algún modo, con mi autorreflexión despliego una actividad filosófica de cierto cariz hegeliano en la medida en que para Hegel el espíritu humano sólo puede llegar a la autorreflexión por medio de la filosofía. ¿Qué es la filosofía para Hegel? «Es el pensamiento del pensamiento»6.

1Hegel, Apud Grondin, 2006.

2Grondin, 2006.

3Hegel, 2007.

4Ibíd.

5Ibíd.

6Ibíd.

Autor: F. Moa

Cuentista a tiempo parcial. Soy antifilósofo porque envidio la imaginación de los filósofos. Todo cambia (incluso las verdades).

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar