Muérete ya, viejo

Dice Suetonio en referencia a Tiberio:

Atque etiam missiones veteranorum rarissimas fecit, ex senio mortem, ex morte compendium captans.1

Rarísimas fueron las veces que licenció a los veteranos, pues la muerte por vejez era una muerte con la que obtenía un ahorro.

Esto me genera una pregunta: ¿en cuántos Tiberios han depositado muchos su destino? Me refiero a aquellos cuyo destino está escrito con la palabra vejez. En nuestra cultura de lo “nuevo” lo “viejo” tiene escaso valor (o mejor dicho, tiene un valor negativo). En tiempos “viejos” algo similar ocurría: se despreciaba la senectud en muchos sentidos –como es el caso que queda reflejado en la cita, o también, por poner otro ejemplo y medio en broma, lo que pasaba con el Senado2 en tiempos imperiales–. Hay cosas que no cambian nunca o casi nunca…

Viejo es sinónimo, principalmente, de inútil, de carga, de obstáculo, de freno, de rémora… Y supone un gasto económico que debe “ahorrarse”. Tiberio lo sabía y no era capitalista, sino Emperador de Roma, o sea, alguien que prefería un buen ahorro para, entre otras cosas, dedicarlo a unos vicios que me voy a ahorrar detallar (sean algunos ciertos o no), pues para eso ya está el tranquilo de Suetonio.

No trabajo con una hipótesis, sino con una convicción nada hipotética: tenemos una sociedad dirigida por un espíritu en el que late el corazón de Tiberio, ese corazón que espera que la “ex senio mortem” se traduzca en un ahorro económico.

Y tú que tienes escrito en tu destino la palabra “vejez”, dime, ¿cuándo te piensan licenciar?

1Suetonio, “Vida de los doce césares”, XLVIII.

2Senado deriva de “senex”, esto es, viejo (o hombre viejo).

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar