El declive del Imperio bizantino

En el siglo XII el Imperio bizantino estaba en decadencia. Los caballeros occidentales en Tierra Santa se habían convertido en la única fuerza capaz de “frenar” el poder musulmán. Pero esa capacidad se había ido debilitando cruzada tras cruzada. Si con la tercera cruzada los cristianos ya daban por perdida Jerusalén de manera definitiva, con la cuarta se produjo un hecho absolutamente contrario, por decir así, a las esencias del “concepto” de cruzada, a saber, la toma de Constantinopla (1204) por parte de los cruzados. Balduino (conde de Flandes) fue coronado emperador y gran parte de Grecia se repartió en principados feudales y factorías mercantiles. Con todo, la autoridad de los emperadores latinos no fue más allá de los límites de la capital.

En tanto los latinos se hacían con Constantinopla, diversas familias bizantinas habían creado estados independientes en el Epiro, Trebisonda y Nicea. Desde Nicea se produjo la reacción contra el Imperio latino (1261). Esta reacción hizo que la dinastía de los Paleólogos se hiciera finalmente con Constantinopla. Esta dinastía sería la última del Imperio bizantino.

Ante la expansión de los turcos, a finales del siglo XIII el Imperio bizantino daba prácticamente por perdida Asia Menor. Y también se podía dar por perdida toda esperanza de reunificar el poder de Roma y de Constantinopla.

Autor: F. Moa

Cuentista a tiempo parcial. Soy antifilósofo porque envidio la imaginación de los filósofos. Todo cambia (incluso las verdades).

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