La coronación de Carlomagno: el inicio de una anomalía

Lentamente la Galia se fue reunificando a partir del siglo VII hasta que en el año 800 Carlomagno fue coronado emperador de Roma. Antes de esta coronación imperial, a lo largo del siglo VIII se había hecho retroceder a los musulmanes hacia el otro lado del Pirineo y había sido destronado el último monarca merovingio. En el último cuarto del siglo VIII, Carlomagno había logrado, con la complicidad del Pontificado, absorber al reino lombardo. Además, entre otros logros, había incorporado para el mundo carolingio Sajonia y Barcelona. La realidad territorial de este mundo carolingio tenía la apariencia de una gran fortaleza sitiada y circundada por marcas fronterizas. En la figura se puede observar el momento de máxima expansión territorial del Imperio carolingio en torno al año 804:

En el año 800 Carlomagno fue coronado emperador de Roma y con ello se produjo una anomalía, pues ahora había dos emperadores en la cristiandad, a saber, Carlomagno por un lado y el emperador bizantino por el otro. Esta anomalía fue aceptada por las dos partes y afectaría la realidad política de Europa hasta el fin de la Edad Media.

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