Suscríbete para seguir leyendo
Conviértete en un suscriptor de pago para obtener acceso al contenido íntegro de esta entrada y demás contenido exclusivo.
Entre los años 50 y 60 aparece un interés creciente por la taxonomía, la estructura y la función de los sistemas políticos. Este interés se traduce, finalmente, en poner el foco sobre los procesos políticos. Dicho de otro modo, la antropología pasa de unos estudios estáticos y sincrónicos a unos dinámicos y diacrónicos. El método diacrónico propuesto se fundamenta en el examen de los conceptos que se discuten en este trabajo —legitimidad consensual, influencias, tipos de apoyo, etc. Con tales conceptos se dispone de unas herramientas para llevar a cabo un análisis de las conductas políticas. Este análisis se realizará utilizando el referido método diacrónico con el que se analizarán los diferentes procesos políticos que se puedan dar en una sociedad. Veamos ahora, a grandes rasgos, qué analiza este método diacrónico…
Conviértete en un suscriptor de pago para obtener acceso al contenido íntegro de esta entrada y demás contenido exclusivo.
Examinemos la cuestión de la persuasión en el ámbito de la antropología política. Y hagamos, también, un resumen de las tres técnicas que sirven para ganar obediencia.
La persuasión implica obediencia a pesar de que existan demandas insatisfechas. Con la persuasión se puede, por ejemplo, convencer a un grupo que sus demandas no pueden ser satisfechas “por el momento”. En esencia hay dos tipos de persuasión, a saber, la inducción —del tipo: si hacéis X, entonces os ofreceré Y— y la amenaza. Otro tipo de persuasión sería la influencia, con la que únicamente con la apelación se obtiene la obediencia. La influencia hace creer al grupo que por su propio beneficio es mejor que obedezca a quienes detentan el poder. La influencia está muy ligada a la legitimidad y, al mismo tiempo, puede hacer uso de amenazas y sobornos. De esta manera, a pesar DE ciertos usos poco o nada legítimos, amparándose en la legitimidad, puede aumentar el poder consensual.
Modos de ganar obediencia vistos hasta ahora
Para que un sistema político gane obediencia puede recurrir a las tres siguientes técnicas:
Sigo con el desglose de conceptos que se desarrollan en este trabajo de Swartz, Turner y Tuden. Ahora toca hablar del poder y la legitimidad, elementos estos imprescindibles para un «poder consensual». También hay que hacer referencia al código de autoridad, que es crucial para un régimen basado en la legitimidad.
Suscríbete para obtener acceso al contenido íntegro de esta entrada y demás contenido exclusivo para suscriptores.
Anteriormente ya se ha dicho que la cuestión principal en este trabajo está referida a los procesos políticos desde un punto de vista antropológico. Ahora empezaré a comentar los diferentes conceptos que van a servir para desarrollar un análisis de tales procesos políticos.
Anteriormente ya se ha dicho que la cuestión principal en este trabajo está referida a los procesos políticos desde un punto de vista antropológico. Ahora empezaré a comentar los diferentes conceptos que van a servir para desarrollar un análisis de tales procesos políticos.
Empiezo por la fuerza y la coerción. Es innegable la importancia de estos conceptos, pero tienen serios inconvenientes porque son crudos y costosos y, además, una excesiva dependencia de los referidos conceptos hace que un sistema político se torne primitivo y torpe.
En cuanto al apoyo y la legitimidad, ¿qué se puede decir en pocas palabras? El apoyo es todo aquello que contribuye a alcanzar unos fines políticos. La fuerza es también una forma de apoyo, pero no puede ser el único, porque si no sucede lo que acabo de mencionar, que un sistema político se torna primitivo y torpe. La legitimidad deriva no de la fuerza, sino de valores que tienen los individuos. Lo legítimo debe cumplir ciertas obligaciones. Por ejemplo, un jefe legítimo hará que llueva cuando sea necesario. En efecto, la legitimación es un tipo de evaluación con la que se comprueba el cumplimiento de esas obligaciones. Un gobierno de un grupo es legítimo cuando sus miembros creen que tal gobierno producirá decisiones que están de acuerdo con sus expectativas.
Hablemos ahora de los conceptos status político, funcionarios y decisiones. Son tres conceptos que están en relación con los tipos de apoyo. El estatus político marca una posición cuyo rol consiste en tomar e instrumentar decisiones políticas. Puede ser examinado por su legitimidad y otros tipos de apoyo. El funcionario político, por su parte, debe ser ocupante de un estatus político y puede formar parte o no de una estructura gubernamental, por lo que puede ser considerado legítimo o ilegítimo, independientemente de la legitimidad o ilegitimidad del Gobierno.
Por último último, tenemos las decisiones. Una identidad de un sistema político pronuncia metas y acuerdos, esto es, decisiones. Una decisión puede ser legítima o ilegítima. Ahora bien, la decisión puede ser legítima aún cuando no lo sea la identidad identificada con su origen, y lo mismo para el caso contrario.
Empiezo con mis comentarios de “Antropología política: una introducción”, un trabajo del año 1966 de Swartz, Turner y Tuden. Bien, paso ahora a realizar mi introducción de esta “introducción”, valga redundancia, y en próximos comentarios iré desgranando los temas que se desarrollan en este trabajo.
Empiezo con mis comentarios de “Antropología política: una introducción”, un trabajo del año 1966 de Swartz, Turner y Tuden. Bien, paso ahora a realizar mi introducción de esta “introducción”, valga redundancia, y en próximos comentarios iré desgranando los temas que se desarrollan en este trabajo.
Empezando por el principio, entre los años 50 y 60 aparece un interés creciente por la taxonomía, la estructura y la función de los sistemas políticos. Este interés se traduce, finalmente, en poner el foco sobre los procesos políticos. Dicho de otro modo, la antropología pasa de unos estudios estáticos y sincrónicos a unos dinámicos y diacrónicos. Por tanto, la historia de las sociedades ahora resulta crucial porque se pasa de un tiempo estructural a un tiempo histórico. Los estudios procesuales estudian el conflicto y la resolución, por lo que va a ser necesario un vocabulario del conflicto, y este vocabulario va a surgir de la filosofía y la sociología, por ejemplo “dialéctica” de Hegel, “contradicción” y “lucha” de Marx y “conflicto” de Simmel.
Hay que destacar la importancia de una escuela de antropólogos, la escuela de Manchester. Los miembros de esta escuela enfatizan el aspecto procesual de la política en sociedades tribales y en sectores de las sociedades complejas.
Los antropólogos que dirigieron o realizaron trabajo de campo durante los años cincuenta y principios de los sesenta descubrieron que no podían ignorar o negar los procesos de cambio o de resistencia de cambio.
¿Qué sería el estudio de la política? Sería el estudio de los procesos implicados en la determinación e instrumentalización de las metas públicas y en el logro diferenciado y el uso de poder por miembros del grupo respecto de esas metas. Los principales procesos serían el apoyo regulador, socavar el poder de los rivales, alcanzar metas y lograr acuerdos. En términos generales, el fin último de la antropología política consiste en examinar la conducta política en sociedades reales. Y este trabajo que estoy comentando tiene como objetivo presentar los conceptos de aplicación general con los que se puede reconocer la diversidad de los sistemas políticos.