Una visita rápida a la ética de Platón

Todos los hombres aspiran a la felicidad. Platón no aceptó una doctrina hedonista como ideal para la vida. Se inclinó hacia el ascetismo y la mortificación. Propuso un ideal basado en al virtud y el cultivo de la sabiduría. Pero si visitamos el tardío Filebo, podemos ver aquí que nuestro filósofo no llega a condenar el placer, sino que trata de regularlo. El Sumo Bien -la felicidad- queda situado en la suficiencia. Busca Platón, en este diálogo, un lugar intermedio entre el placer y la sabiduría. Se trata, pues, de encontrar la medida para ser feliz en esta vida, en este mundo, un mundo donde todo cambia, donde el alma del hombre está encerrada en un cuerpo.

Pero hay que ir más allá de este mundo, hay que trascenderlo, se tiene que poder alcanzar un Sumo Bien absoluto, esto es, la contemplación de las Ideas. Las Ideas son la expresión del Bien Absoluto. Ideas y alma son inmortales y el hombre debe preparar su alma para que cuando llegue la muerte del cuerpo aquélla alcance la contemplación de las Ideas. Tal preparación es la práctica de la virtud, esto es, el cultivo de la filosofía. La virtud es armonía, es justicia. Con la referida práctica el hombre alcanza una armonía individual y social que está en acuerdo con la armonía cósmica. Platón aquí se anticipa a un concepto que desarrollarán los estoicos. En fin, el «premio de la vida del filósofo es la felicidad»1. La Idea de Bien es la clave que necesita el filósofo para distinguir lo bueno y lo malo. En efecto, tenemos con tal Idea el sentido práctico de la vida humana. Esta Idea sólo es accesible con la práctica de la virtud, y «la virtud es sabiduría, en todo o en parte»2.

La justicia es la virtud general que comprende todas las demás y alcanza tanto el orden humano como el cósmico. La prudencia o sabiduría (φρόνησις, σοφία) es la virtud propia del alma racional, que es lo divino en el hombre. Regula las acciones humanas y con ella se puede alcanzar la contemplación de las Ideas. «La φρόνησις es el fundamento del βίος θεωρητικός»3. Sin la prudencia es imposible la acción virtuosa. La φρόνησις tiene en Platón un sentido más amplio que en Aristóteles. Para éste la prudencia se despliega en el ámbito práctico en tanto que para aquél se identifica con la filosofía en el sentido más elevado de ésta: el conocimiento del mundo superior. Otras virtudes son la fortaleza o valor, la templanza, etcétera.

1Fraile, 2105.

2Platón, Menón, 73d-74b. 77b. 79a. Apud Fraile, 2015.

3Fraile, loc.cit..

Hacia lo Absoluto a través de la Dialéctica: Platón y ciencia

La ciencia se contrapone a la opinión. El conocimiento es algo fijo, estable y necesario. El problema que plantea Platón es: ¿qué objetos puedo utilizar para fundamentar el conocimiento? Desde un punto de vista platónico, «Heráclito con su movilismo y Parménides con su concepto de ser estático representan dos respuestas extremas y antagónicas […]. En ninguno de los dos es posible un conocimiento científico de las realidades múltiples y mudables del mundo físico»1. En Sócrates está la solución a este problema: la formación de conceptos universales. La ciencia puede desarrollarse a partir de unos conceptos que han sido concebidos a través de un proceso de abstracción. Tales conceptos han prescindido de las diferencias particulares y el carácter móvil y temporal de las cosas. «Platón hereda de Sócrates el procedimiento dialéctico»2.

Platón atribuye realidad ontológica y subsistente a los conceptos de Sócrates, esto es, constituye las Ideas. Las Ideas tienen el carácter del ser de Parménides, pero, además, «las sitúa en una región a parte, distinta y superior, fuera del mundo del movimiento»3. Ser y conocer son correlativos. Los grados del conocer se corresponden con los grados del ser: «A mayor ser le corresponde mayor ciencia»4. Sólo es cognoscible el ser mientras que el no-ser es absolutamente incognoscible. Ahora bien, entre el ser y el no-ser está el “hacerse”, el llegar a ser (γένεσις): el ser en movimiento. Digamos que el ser en movimiento tiene algo de de ser, pero no es pleno ser. La ciencia se hace cargo del ser; la ignorancia reside en el no-ser; la opinión (δόξα) se sitúa en el “llegar a ser”.

Con la Teoría de las Ideas hay dos mundos: 1) El mundo superior (eterno, supraceleste): Las Ideas son entidades reales, subsistentes, perfectísimas, puras, inmateriales, eternas, inmóviles, invisibles a ojos del cuerpo y sólo son perceptibles por la inteligencia. Las Ideas son los modelos de todas las cosas y el fundamento de toda verdad, de toda certeza absoluta; 2) Mundo cósmico visible: Este mundo está dividido en dos regiones. a) Región celeste: es donde están los cuerpos celestes que son perfectos, incorruptibles, esféricos y con alma que es causa del movimiento. Astros y planetas son moradas de los dioses, de los demonios y de las almas separadas. Los cielos ocupan un lugar intermedio entre el mundo de las Ideas y la región terrestre. b) Región terrestre: Es el lugar de los seres sensibles, compuestos de cuatro elementos materiales móviles sujetos a cambio y corrupción conforme al concepto de Heráclito.

Los grados de la ciencia (del conocimiento) van en paralelo con los grados del ser (de la realidad). Estos son los grados del conocimiento:

1) Estadio de la naturaleza: no se pasa de la opinión (δόξα). Se aplica a lo que siempre está llegando y nunca llega a ser. Aquí no hay ciencia. «Platón, lo mismo que Sócrates, no encubre su escasa estima del grado de conocimiento a que puede llegarse en el estudio del mundo terrestre»5.

2) Matemáticas: Ocupa un lugar intermedio entre el mundo de la δόξα y el de la ciencia perfecta (νόησις). En este ámbito se desarrolla la astronomía. Según Aristóteles, Platón en su enseñanza oral (ἄγραφα δόγματα) habría colocado entre los seres sensibles y el mundo de las Ideas un plano intermedio (entidades reales y subsistentes a la manera pitagórica).

3) Dialéctica: Inicialmente la dialéctica era el arte de la discusión. «La dialéctica consiste en saber interrogar y responder»6. Se trata de un método que ya tenemos en Sócrates (inducción: de lo concreto a lo universal por abstracción). Con pasar de lo particular a lo universal se da aquí la ciencia. Se hace una aproximación a la verdad. El objetivo es llegar a un principio incondicionado. Dialéctica es un método científico racional «propio de los filósofos que aspiran a la demostración de la verdad»7. La Dialéctica se fundamenta en dos aspectos que se complementan: la síntesis -de los casos concretos, por abstracción, se llega a un concepto común- y el análisis -se divide un concepto general en diferentes especies hasta llegar a una especie indivisible: esta es la forma propia del objeto que se trata de conocer-.

Platón va más allá de la universalidad lógica. Atribuye realidad ontológica a los conceptos abstractos. Así la Dialéctica se convierte en una ontología: ciencia suprema (νόησις) cuyo objeto son las entidades trascendentes del mundo ideal. El grado supremo del conocimiento consiste en conocer las Ideas a través de la Dialéctica. Se llega a contemplar “la verdad en sí” (αὐτὸ τὸ ἀληθές). Pero hay que ir más allá de la contemplación de las Ideas, pues todas deben ser reducidas a la Idea de Bien. Idea de Bien (ἡ τοῦ ἀγαθοῦ ἰδέα) es la cumbre de todos los seres. «De esta manera, por medio de la Dialéctica se llega a conocer las cosas por sus razones supremas de ser, que son las Ideas subsistentes, y se pasa de la opinión y de la razón discursiva a la verdadera ciencia»8. Se quiere alcanzar una comprensión de todo: «El logos no nace sino del conjunto (συμπλοκή9) de las Ideas»10. Esta es la parte más difícil de la filosofía a juicio de Platón. Pero la ciencia perfecta no se alcanza mientras el hombre en cuanto alma es prisionero del cuerpo. Sólo será libre para alcanzar la ciencia perfecta con la muerte. «En la presente vida sólo es posible alcanzar un conocimiento lejano […]»11. Por ello Platón abrirá otro camino hacia lo Absoluto: el del amor y el ascetismo.

1Fraile, 2015.

2Ibíd..

3Ibíd..

4Ibíd..

5Ibíd..

6Platón, Crátilo. Apud Fraile 2015.

7Fraile, loc.cit..

8Ibíd..

9Relaciones entre Ideas, la malla de las Ideas, el conjunto, etcétera.

10Fraile, loc.cit..

11Ibíd..

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