La henología (lógos del hén [lógos del uno]) resulta inseparable de la ontología (lógos de la entidad [lógos de la entidad]) en los pensadores iniciales griegos. En términos generales, la onotología presocrática se caracteriza por la henología y así tenemos a Parménides con su ser-uno y a Heráclito con su lógos-uno1. Dicho en unas pocas palabras: la práctica henológica reúne la realidad en una unidad (el Uno). Pero es necesario señalar que esta práctica henológica empieza antes del nacimiento de la filosofía griega. En efecto, en el mito arcaico ya se practicaba la henología y con la llegada de la filosofía se añadió una nueva práctica henológica.
La práctica henológica se mantiene así como el modo por excelencia de regular las cosas múltiples del devenir, y como el mundo mismo por el cual se instaura la sabiduría desde el nacimiento de la filosofía, mucho antes de que emerja la cuestión del Ser.2
El Uno queda situado en el punto de mira de la investigación filosófica. Y así tenemos que con Heráclito hay que obedecer el uno (B33)3:
Νόμος καὶ βουλῇ πείθεσθαι ἑνός.
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«Ley también es obedecer el consejo de uno solo”.
Con Parménides «[…] la palabra que dice el arché es precisamente el ser-infinitivo: el eînai que es lo mimo (tò autó) que el pensar (del voeîn). Por lo que ontología y henología se vinculan necesariamente.»4 El Ser (τὸ ἐόν) de Parménides es todo y al mismo tiempo lo único, es uno (ἕν). En otras palabras, para el eléata el Ser es todo-uno. Recordemos estas palabras de la diosa verdad en B8:
οὐδέ ποτ᾿ ἦν οὐδ᾿ ἔσται, ἐπεὶ νῦν ἔστιν ὁμοῦ πᾶν,
ἕν, συνεχές […]
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ni fue alguna vez ni será,
puesto que es ahora todo al mismo tiempo, uno, continuo […]
1«Todo es uno para Heráclito. Tal afirmación la encontramos en B50. Aunque es cierto que interpretar este “todo es uno” no deja de ser una cuestión metafísica sobre la cual la discusión está servida. Pero si queremos resumir en pocas palabras la ontología de Heráclito, digamos que todas las cosas proceden de un fuego que está en perpetuo movimiento, y que tales cosas están siempre transformándose según lo que dictamina lo sabio: λόγος.» (Moa, 2021 (b), p. 6.
2L. Couloubaritsis; apud Oñate, 2004, p. 242.
3«Siguiendo la interpretación que hace Salvador Mas en su libro Ethos y pólis, digamos que se trata de un fragmento con un claro significado político consistente en una apelación a la obediencia de la ley de la pólis frente a la hybris individual. Tal ley se debe obedecer, y obedecerla requiere también luchar por ella (cf. 100. B44). La pólis no puede serlo si no se obedece la ley, si no se lucha por ella.» (Moa, 2021 (b), p. 140.
4Oñate, loc. cit.