Revolución copernicana

Este es el documento de las diapósitivas que he utilizado para dar cuenta la revolución copernicana. Aquí se revisan los descubrimientos de Copérnico, Kepler y Galileo. La revolución copernicana fue en realidad algo más que una revolución científica, pues hizo que la humanidad se pensara a sí misma de otra forma. Es por ello que debemos examinar esta revolución copernicana desde la filosofía.

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La revolución copernicana – V: Las observaciones de Galileo

Acabo esta serie dedicada a la revolución copernicana con las observaciones que realizó Galileo gracias al telescopio, un instrumento que él mismo inventó. Galileo hizo posible que lo que está tan distante a nosotros estuviera, por decir así, un poco más cerca y, en justa consecuencia, que se pudiera constatar la falsedad de ciertas teorías que habían sido consideradas como absolutamente ciertas durante casi dos mil años.

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Astronomía griega

Este es el documento de las diapósitivas que he utilizado para dar cuenta la astronomía griega. Eclípticas, retrogradaciones, el universo de Platón y su astronomía, los modelos de Eudoxo, Apolonio y Ptolomeo, epiciclos, ecuantes, medición del mundo de Aristarco y Eratótenes. Aquellos griegos fueron maestros en poner la racionalidad al servicio de la ciencia. Como siempre, estemos atentos a los griegos.

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Astronomía griega – III: Apolonio y Ptolomeo buscando respuestas al «problema de Platón»

Habiendo visto en qué consiste «el problema de Platón», ahora nos toca comprobar cómo Apolonio y Ptolomeo tratan de resolver el referido problema mediante movimientos circulares.

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Astronomía griega – II: el problema de Platón

Hemos visto que platón expone una astronomía hecha de esferas. Se trata de un modelo geocéntrico similar al de Aristóteles. Pero ahora surge «el problema de Platón», esto es, dar cuenta de los fenómenos que se observan en el firmamento a partir de un modelo en que sólo hay cabida para unos movimientos circulares y constantes.

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Astronomía griega – I

Veamos cómo empezó la astronomía griega en el siglo V a.C. El mito ya no era ahora la fuente «principal» para dar cuenta de una realidad cosmológica, sino una racionalidad que venía impulsada por una filosofía que cultivaba las matemáticas.

Historia general de la ciencia: matemáticas griegas – II

Veamos la contribución que hicieron Platón y Aristóteles a la matemática griega. Además, hablemos del “método axiomático” de “Elementos” de Euclides. En la presente publicación está disponible un documento de audio que explica este tema y, además, se incluye el documento PDF donde se detallan todas las cuestiones que vamos a tratar sobre las matemáticas y la astronomía en el mundo griego. Además, este documento incluye una síntesis de «Las infinitas vidas de Euclides» de Wardhaugh, B.

Escucha este tema aquí

Maimónides: tres teorías sobre la creación del mundo

[Esta publicación es una revisión de una interpretación que realicé aquí]

El filósofo hispanojudío Maimónedes (1135-1204) escribió el tratado “Guía de perplejos”1 con la intención de aclarar las dudas de aquellos creyentes que tras leer los libros proféticos quedaban, por decir así, en estado de “shock” a causa del conflicto evidente que surgía entre la fe plasmada en los textos sagrados y la razón. Maimónedes se propuso despejar dudas acerca del significado de las palabras conflictivas utilizadas en tales textos sagrados, así como ir más allá del significado exterior de las alegorías, esto es, penetrar en los significados esotéricos de éstas. En definitiva, el filósofo cordobés se proponía dar luz desde la limitada razón humana a la oscuridad divina de los libros proféticos:

No digo que este tratado vaya a quitar de toda duda al que lo entienda; pero si aclarará la mayoría y las más graves de las oscuridades.2

En este mismo tratado, el filósofo hispanojudío quiso exponer y razonar tres teorías sobre la eternidad o la creación del mundo desde la perspectiva de aquellos que admitían la existencia de Dios. Las teorías son:

1. Creación “ex nihilo”

A esta teoría de la creación “ex nihilo” se adhieren los seguidores de la “Ley de Moisés”, y entre ellos, naturalmente, el propio Maimónedes:

[…] nosotros estimamos que la creación del mundo fue ‘ex nihilo’.3

La creación de la nada la enunció por primera vez –señala Maimónedes– Abraham:

“[…] todo cuanto existe a excepción de Dios […] fue producido de la nada […] [Abraham] invocó el nombre de Yhwh, Dios del universo” (Gn 2), y declaró públicamente esta creencia al decir: “Hacedor del cielo y de la tierra” (GN 14).4

Maimóndes advierte que el tiempo también debe considerarse como parte de esta creación “ex nihilo”, por lo que decir cosas como “Dios existía antes de crear el mundo” no tiene ningún sentido.

2. Creación según Platón y sus seguidores

Con Platón la creación “ex nihilo” queda en el ámbito de lo absurdo: es absurdo considerar la creación de la nada y pensar que algo puede ser reducido a nada. Por tanto, esta segunda teoría postula que es necesaria una materia preexistente con la que Dios, como si fuese un artesano, crea el mundo. A esto, Platón añade que el mundo está sometido a generación y corrupción.

3. Creación según Aristóteles y sus seguidores

En la misma línea que su maestro, Aristóteles postula la necesidad de una materia preexistente –es imposible la creación “ex nihilo”–. El mundo, a diferencia de lo que dice Platón, no está sometido a generación y corrupción. De hecho, la materia no está sometida a generación y corrupción, sino que adopta diferentes formas a lo largo del tiempo. El mundo, en definitiva, ha sido, es y será siempre el mismo.

Conclusión

Maimónedes es el principal representante del aristotelismo hebreo. Pero a pesar de que la gran influencia de Aristóteles, el filósofo cordobés se ve obligado a discrepar del estagirita en cuestiones especulativas como la creación del mundo, pues él es un creyente que no se aparta ni un minuto de la tradición del “rabbanismo”.

Aunque Maimónedes sigue a Aristóteles, y demuestra la existencia de Dios como primer motor y Ser necesario, se aparta de él cuando defiende la idea de Dios como causa primera, esto es, por introducir la creación “ex nihilo”, aunque dice que, una vez creado, el mundo no tiene fin.5

¿Pero cuál es el problema radical que encierran las teorías de Platón y Aristóteles –teorías 2 y 3– según Maimóndes y, por extensión, según los seguidores de la “Ley de Moisés”? Que la eternidad de la materia supuesta en las referidas teorías afectan a la unidad esencial del Creador.

1«[…] obra extensísima y particularmente asistemática» (Saranyana, J-I., Breve historia de la filosofía medieval, EUNSA, 2010, pp. 76-77).

2Maimónedes, Guía de perplejos, Edición y traducción de David Gonzalo Maeso, Ed. Trota, 1994.

3Ibíd.

4Ibíd..

5Beuchot, M., Historia de la filosofía medieval, Fondo de cultura económica, 2013, pp. 38-39.

Platón: Menón y el esclavo

En el diálogo Menón de Platón, Sócrates mantiene un diálogo –sistema de preguntas y respuestas– con un eslavo, logrando el filósofo que aquél manifieste un conocimiento que ya estaba latente en su alma (teoría de la reminiscencia platónica1). El objetivo de Platón en este diálogo no es otro que discutir el origen del conocimiento. Pero más allá de este objetivo, con este diálogo tenemos ante nosotros el único testimonio de la antigua Grecia que nos informa de cómo se desarrollaba un procedimiento geométrico para llegar a ciertas verdades: haciendo representaciones a través de diagramas a partir de los que se van deduciendo cosas sobre ellos.

Es evidente la importancia que tenía la geometría en la filosofía de Platón: la geometría la consideraba una fuente de ideas y ejemplos en su filosofía. Ahora bien, en el filósofo ateniense no concebía la geometría como un fin en sí mismo, sino como un medio para avanzar en el pensamiento filosófico. Lo cierto es que se exageró el interés de Platón por la geometría a lo largo de la historia2. Históricamente –durante más de dos mil años– se ha vinculado Euclides con Platón y esta vinculación ha resultado estar fundamentada con una confusión, a saber: creer que Euclides de Mégara era el Euclides de Elementos.

Sócrates marcó acaso de un modo inconsciente el inicio del culmen de la filosofía griega. A partir de sus enseñanzas emergieron diferentes escuelas, algunas de ellas antagónicas entre sí, lo cual no es de extrañar dada la compleja y “manipulada” figura de Sócrates. Fundaron escuelas Platón, Fedón, Antístenes, Aristipo y Euclides.[…]La fundó

[la escuela megárica] Euclides de Megara. Combina la doctrina socrática con la de Parménides, es decir, el Bien socrático con el ser del eleata. Busca con ello un fundamento ontológico de la moral.3

1«Lo propio del alma es el pensamiento. El alma se pone en relación con las realidades inteligibles, esto es, con las Ideas. Hay parentesco entre las almas y las Ideas. El alma es una realidad eterna, concreta e invisible que participa de la Idea de Vida (ζωῆς εἶδος). Tal eternidad le otorga su estatus de preexistencia respecto al cuerpo y la posibilidad de la reminiscencia.» (Moa, F., De Tales a Aristóteles: Lo esencial, 2021, pp. 110-111).

2La tradición habla de una inscripción que figuraba en la entrada de la Academia que rezaba: ἀγεωμέτρητος μηδεὶς εἰσίτω (Nadie ignorante en geometría entre aquí).

3Moa, F., De Tales a Aristóteles: Lo esencial, 2021, p. 72 y p.74.

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