Forma y naturaleza con Boecio

Boecio (ca. 480 – ca. 524), autor imprescindible para comprender el pensamiento medieval, trató de aclarar conceptos tales como “naturaleza” y “ciencia”. En su “Contra Eutiques” podemos hallar cuatro modos de entender el concepto “naturaleza”:

  • Todos los seres corpóreos (o sustancias) compuestos de materia y forma.
  • Cada una de las sustancias (o singulares) según sus propiedades o atributos.
  • Como principio de movimiento por sí mismo (=”physis”).
  • Más allá de los seres corpóreos, también referido a los seres no corporales (sin materia).

La ciencia se fundamenta en el estudio de las formas que provienen de las esencias (“lo-que-es” [id quod est]) de las sustancias y el modo en que estas formas existen en los objetos que percibimos.

Pues todo ser proviene de la forma. Así, la estatua se dice que es la efigie de un animal, no por el bronce, que es la materia, sino por la forma que en él está impresa; y el bronce mismo no se llama (estatua) por la tierra, que es su materia, sino por la figura que tiene el mismo bronce. Y la tierra misma no se denomina (tal) por la materia informe, sino por la sequedad y gravedad, que son formas. Así que nada se dice ser por la materia, sino por la propia forma.1

La forma resulta determinante para establecer la división de las ciencias teóricas. Boecio realiza esta división en función de la relación de la forma con la materia2:

  • Ciencia natural: examina las formas “cum materia”, esto es, aquellos seres dotados de materia y forma.
  • Ciencia matemática: trata las formas “praeter materiam” (v.g. números, líneas, etcétera).
  • Ciencia teológica: estudia las formas “sine materia”.

Algo “es” gracias a la forma, he ahí su esencia, pero la existencia de ese algo es otra cosa, y así lo aclara Boecio con el siguiente principio:

No es lo mismo el existir [esse], que lo-que-es [id quod est]. Pues el existir mismo no es. En cambio, lo-que-es, recibida ya la forma de existir [accepta essendi forma], es y subsiste (axioma II).3

Esta distinción entre “id quod est” (esencia) y “esse” (existir) la desarrollará muchos siglos después Tomás de Aquino (ca. 1225-1274).

1Boecio, “Hebdomadibus”.

2Para una explicación más detallada de la división de las ciencias, consúltese la cuestión “XIV. La división de las ciencias según Boecio”.

3Saranyana, J-I., Breve historia de la filosofía medieval, EUNSA, 2010, p. 26.

Autor: F. Moa

Cuentista a tiempo parcial. Soy antifilósofo porque envidio la imaginación de los filósofos. Todo cambia (incluso las verdades).

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