Filosofía Primera como fundamento de las ciencias particulares
Tenemos el tratado Metafísica que no es, según críticos como Jaeger, Oggioni, Zürcher, etcétera, un trabajo unitario y sistemático, «sino una agrupación (syllogé) de monografías diversas por su contenido y su cronología»1. Aristóteles no utilizó la palabra Metafísica (τὰ μετὰ τὰ φυσικά). De ordinario se atribuye a Andrónico de Rodas (siglo I a.C.) su invención. De un origen mundano2, tal nombre –Metafísica– adoptó un sentido trascendental que apuntaría al abandono del trascendentalismo platónico de Aristóteles para alcanzar el «concepto de ser en cuanto ser como objeto de la Filosofía Primera»3.
La Filosofía Primera (Metafísica) estudia el ser en general: «La ciencia del filósofo es la del ser en cuanto ser, tomado universalmente y no en alguna de sus partes»4. La Filosofía Primera suministra unas nociones fundamentales para las demás ciencias: Bien, Verdad, Existencia, Sustancia, Accidente, Acto, Potencia, Causa, Efecto, etcétera. Se establece, pues, las base sobre la que descansan todas las ciencias particulares. Para el estudio de cada una de las clases de los seres se precisa las ciencias particulares. Por ejemplo la Teología se ocupa de un ser concreto: Dios. El propósito de la Filosofía Primera es la elaboración de conceptos universales a través del procedimiento de abstracción que serán utilizados por las ciencias particulares como base a partir de la cual elevaran sus estudios.
Esencia
«Esencia de una cosa es aquello que una cosa es, y por lo cual se distingue per se (κατ’ αὐτό) de todas las demás.»5 La esencia queda expresada en la definición (ὁρισμός), la cual responde a la pregunta ¿qué es esto? (τί ἐστίν). Las esencias de las cosas son inmutables
Analogía
La analogía parte de la idea que una misma palabra con un sentido fundamentalmente uno abarca diferentes seres (v.g. la palabra “león” referida a un animal o a un hombre valeroso). Y así la palabra “ser” es la de mayor grado de analogía, pues se aplica a todos los seres.
Acto y potencia
Acto y potencia son nociones que surgen para explicar el movimiento físico, pero que luego se trasladan a la Filosofía Primera. Abarcan estas nociones, pues, todo el ámbito del ser. Si no hubiera potencialidad el movimiento y la acción no serían posibles. Con las nociones de acto y potencia Aristóteles resuelve «la falsa antítesis establecida por el dilema de Parménides […] Aristóteles se sitúa entre las dos posiciones antagónicas de Heráclito y Parménides.»6. Heráclito negaba la permanencia de un sujeto a través de las mutaciones. Parménides negaba el movimiento.
En el ser en acto no hay movimiento ni no-ser. Pero entre el ser y el no-ser introduce el ser en potencia que a la vez es ser y no-ser. Aquí el ser es el sujeto que es capaz de recibir modificaciones. El movimiento es un estado intermedio entre el ser y el no-ser. «Y así, en todo ser físico, móvil y mudable, existe un doble principio real, un uno en acto y otro en potencia (φανερὸν ὅτι δύναμις καὶ ἐνέργεια ἕτερον ἐστι7)»8.
Posee existencia actual el ser en acto. La potencia es una realidad intermedia entre el ser y el no-ser, entre la nada y el acto. Se distingue la potencia del acto en que no llega a la realidad actual si no es por medio de una causa eficiente que lo lleva a un tránsito de lo potencial a lo actual. La potencia implica imperfección y no puede existir sin un sujeto real existente en acto. El ser en acto es siempre anterior al ser en potencia. Dios es el primer acto: «Un acto precede siempre a otro, hasta que se llega al primer acto del primer motor eterno.»9
Categorías
Constituye un concepto analógico del ser. «κατηγορεῖν significa acusar ante el juez y, en sentido lógico predicar. Así, categoría significa un predicado que se atribuye a un sujeto.»10 Las categorías conforman una clasificación de los diversos modos de ser de la sustancia individual. Hay una correspondencia estrecha entre el ámbito ontológico –modos de ser– y el lógico –modos de predicar–. «[…] en virtud de la estrecha relación que Aristóteles establece entre el ser y el pensar, las categorías se corresponden en ambos órdenes […] El ser se predica de tantas maneras como existe11.»12 El número de categorías puede variar según las diferentes listas elaboradas por el estagirita –están aproximadamente entre ocho y diez categorías (v.g. cantidad, cualidad, relación, etcétera)13–. La sustancia primera (πρώτη οὐσία) es el sujeto de atribución. Tanto la sustancia como los accidentes representan los distintos modos de ser. La οὐσία14 es la primera de las categorías y las demás la suponen.
Sustancia
Es una de las nociones más fundamentales de la filosofía de Aristóteles. Los presocráticos buscaron un sujeto inmutable que estuviera presente en todas las mutaciones –la φύσις–. Aristóteles “encontró” este sujeto –ὑποκείμενον– en la sustancia, esto es, la οὐσία. Cada ser individual es una sustancia dotado de forma propia. La esencia se dice primeramente de la sustancia y secundariamente de los accidentes. La sustancia existe por sí misma y en sí misma a diferencia de los accidentes, que existen siempre unidos a un sujeto.
La sustancia es el ser primero –πρώτη οὐσία–. A ella se refieren todos los predicados, en tanto que ella misma no es predicada en ningún otro sujeto. Las sustancias en sentido lógico no son individuales, «sino conceptos universales abstractos»15 –son sustancias segundas–. Por ejemplo si decimos Sócrates es hombre, aquí la sustancia primera es el individuo concreto, es decir, Sócrates; la sustancia segunda es hombre que es un concepto universal.
Accidentes
Modificaciones que advienen a la sustancia. Siempre se refieren a la sustancia. No pueden existir por sí mismos.
Causas
La ciencia es el conocimiento de las causas. Desde el ámbito ontológico, todo lo que llega a ser, es por una causa. El estudio de las causas permite conocer y explicar los seres. En Física hay cuatro causas: material –principio potencial indeterminado–, formal –confiere la determinación–, eficiente y final.
La causa eficiente se aplica a la explicación del movimiento. Ejerce una acción transformadora sobre el compuesto –synolon, es decir, materia y forma–, pero principalmente sobre la forma, que es la el individuo puede perder o adquirir. La causa final determina el sentido concreto de la acción del agente. Es el fin o perfección del ser. Se da con Aristóteles, pues, un determinismo finalista.
El primer principio
El primer principio es el de no-contradicción. Aristóteles enuncia diferentes formulaciones. Entre ellos tenemos el ontológico: Es imposible ser y no ser al mismo tiempo. Con este principio Aristóteles da la razón a Parménides –el ser no se puede contradecir a sí mismo–, pero el estagirita subraya la pluralidad y el movimiento de los seres. Este principio no tiene demostración –por su evidencia– y se puede defender por reductio ad absurdun.
1Fraile, 2015.
2No hace falta repetir aquí la historia de los anaqueles, los libros, y situar el tratado de Aristóteles más allá de los libros de física…
3Fraile, loc.cit.
4Aristóteles, Met. XI. Apud Fraile, loc.cit.
5 Fraile, loc.cit.
6 Ibíd.
7 Aristóteles, Met. IX, 3, 1047a.
8Fraile, loc.cit.
9Aristóteles, Met. IX, 8, 1050b.
10Fraile, loc.cit.
11Aristóteles, Met. V 7, 1017a 23-24.
12Ibíd.
13Si suponemos que hay un caballo negro en la caballeriza y decimos: “El caballo es negro y está en la caballeriza”, tenemos la ousía en “caballo” en tanto que “negro” es una categoría de carácter y “caballeriza” una categoría de lugar. Las categorías que normalmente maneja Aristóteles son: ousía, cantidad, carácter, relación, lugar, momento, posición, llevar, hacer y padecer. Si continuando con el ejemplo del caballo decimos “Esto es un caballo”, entonces “Esto” –este algo concreto– es la ousía primera mientras que “caballo” es la ousía segunda – el caballo es el eîdos, esto es, un concepto universal puramente lógico–. (Marzoa, 2013).
14A la ousía le corresponde el significado de “entidad”, “esencia”, “ser”.
15Fraile, loc.cit.